2 Samuel 22 - Biblia en Lenguaje Sencillo

Libro de 2 Samuel
Capitulos:

123456789101112131415161718192021222324

1 - Cuando Dios libró a David de sus enemigos y de Saúl, David entonó

2 - este canto: ¡Dios mío, yo te amo porque tú me das fuerzas! Tú eres para mí la roca que me da refugio; ¡tú me cuidas y me libras!

3 - Me proteges como un escudo, y me salvas con tu poder. ¡Tú eres mi más alto escondite!

4 - Tú mereces que te alabe porque, cuando te llamo, me libras de mis enemigos.

5 - Hubo una vez en que la muerte quiso atraparme entre sus lazos; fui arrastrado por una corriente que todo lo destruía.

6 - Me vi atrapado por la muerte; me vi al borde de la tumba.

7 - Lleno de angustia llamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mi oración llegó hasta sus oídos!

8 - Hubo un temblor de tierra, y la tierra se estremeció. También los cerros temblaron desde sus cimientos; ¡temblaron por el enojo de Dios!

9 - Echaba humo por la nariz, arrojaba fuego por la boca, lanzaba carbones encendidos.

10 - Dios partió el cielo en dos y bajó en una espesa nube.

11 - Cruzó los cielos sobre un querubín; se fue volando sobre las alas del viento.

12 - Se escondió en la oscuridad, entre las nubes cargadas de agua que lo encubrían por completo.

13 - ¡De su grandioso trono salían nubes, granizos y carbones encendidos!

14 - De pronto, en el cielo se oyó una voz de trueno: ¡era la voz del Dios altísimo que se dejó escuchar entre granizos y carbones encendidos!

15 - Arrojó sus relámpagos como si disparara flechas; ¡dispersó a sus enemigos y los hizo salir corriendo!

16 - Dios mío, tú reprendiste al mar, y por causa de tu enojo el fondo del mar quedó a la vista. En tu enojo resoplaste, y los cimientos de la tierra quedaron al descubierto.

17 - Desde los altos cielos me tendiste la mano y me sacaste del mar profundo.

18 - Mis enemigos me odiaban; eran más fuertes y poderosos que yo, ¡pero tú me libraste de ellos!

19 - Se enfrentaron a mí en el peor momento, pero tú me apoyaste.

20 - Me diste libertad; ¡me libraste porque me amas!

21 - Me diste mi recompensa porque hago lo que quieres. Me trataste con bondad porque hago lo que es justo.

22 - Yo obedezco tus enseñanzas y no me aparto de ti.

23 - Cumplo todas tus leyes, y jamás me aparto de ellas.

24 - He sido honesto contigo y no he hecho nada malo.

25 - Me diste mi recompensa porque hago lo que quieres, porque tú sabes que yo hago lo que es justo.

26 - Tú eres fiel con los que te son fieles, y tratas bien a quienes bien se comportan.

27 - Eres sincero con los que son sinceros, pero con los tramposos demuestras ser más astuto.

28 - A la gente humilde le concedes la victoria, pero a los orgullosos los haces salir derrotados.

29 - Dios mío, tú alumbras mi vida; tú iluminas mi oscuridad. Con tu ayuda venceré al enemigo y podré conquistar sus ciudades. Tus enseñanzas son perfectas, tu palabra no tiene defectos. Tú proteges como un escudo a los que buscan refugio en ti.

32 - Dios de Israel, sólo tú eres Dios; ¡sólo tú puedes protegernos!

33 - ¡Sólo tú me llenas de valor y me guías por el buen camino!

34 - ¡Tú me das fuerzas para correr con la velocidad de un venado! Cuando ando por las altas montañas, tú no me dejas caer.

35 - Tú me enseñas a enfrentarme a mis enemigos; tú me das valor para vencerlos.

36 - Tú me das tu protección; me salvas con tu gran poder y me concedes la victoria.

37 - Me despejas el camino para que no tenga yo tropiezos.

38 - Perseguí a mis enemigos y los alcancé, y no volví hasta haberlos destruido.

39 - Los derroté por completo; ¡los aplasté bajo mis pies, y no volvieron a levantarse!

40 - Tú me llenaste de valor para entrar en combate; tú hiciste que los rebeldes cayeran derrotados a mis pies.

41 - Me hiciste vencer a mis enemigos, y acabé con los que me odiaban.

42 - A gritos pedían ayuda, pero nadie fue a salvarlos. Hasta de ti pedían ayuda, pero tampoco tú los salvaste.

43 - Los deshice por completo: ¡quedaron como el polvo que se lleva el viento! ¡Me di gusto aplastándolos como al lodo de la calle!

44 - Dios mío, tú me libras de la gente que anda buscando pelea; me hiciste jefe de naciones, y gente extraña que yo no conocía ahora está dispuesta a servirme. Tan pronto esos extranjeros me oyen, se desaniman por completo y temblando salen de sus escondites dispuestos a obedecerme.

47 - ¡Bendito seas, mi Dios, tú que vives y me proteges! ¡Alabado seas, mi Dios y Salvador!

48 - ¡Tú me permitiste vengarme de mis enemigos! ¡tú pusiste a los pueblos bajo mi dominio!

49 - Tú me pusiste a salvo de la furia de mis enemigos. Me pusiste por encima de mis adversarios, y me libraste de gente violenta.

50 - Por eso, Dios mío, yo te alabo y te canto himnos en medio de las naciones.

51 - Tú siempre le das la victoria al rey que pusiste sobre Israel. Tú siempre les muestras tu amor a David y a sus herederos.